4. Aprovecha el calor de los radiadores: coloca enfrente de ellos objetos reflectantes (como espejos o láminas de metal) para que reboten el calor y se distribuya mejor por la estancia.
5. Cierra puertas y ventanas: asegúrate de que las puertas y ventanas estén bien cerradas para evitar que se escapen los calores.
6. No utilices el aire acondicionado: el aire acondicionado consume mucha energía, así que procura no usarlo. Si lo necesitas, utilízalo solo en las estancias ocupadas y regula la temperatura de forma adecuada.