1. Aprovecha la luz natural: abre las cortinas y persianas durante el día para aprovechar la luz natural. Cierra las contraventanas por la noche para evitar que se escapen los calores.
2. Regula la temperatura: baja la temperatura de tu hogar unos grados, especialmente por la noche. En invierno, la temperatura ideal se sitúa entre los 18ºC y los 20ºC.
3. Utiliza la calefacción de forma inteligente: programa la calefacción para que se encienda y se apague en función de la temperatura que haga en tu hogar. De esta forma, evitarás consumir energía innecesariamente.