Los 30 son los nuevos 20…. ¿estás seguro?

Nos vendieron que la década de los 30 era la buena, que se había atrasado de forma natural la época de la juventud adulta y que ahora los treintañeros son como los veinteañeros de antes.

Y es verdad.

Pero tiene truco. Unos «pequeños» detalles que nadie nos había explicado. Si has cumplido ya los 30 y estás viviendo la supuesta década buena, no te pierdas estos motivos -los verdaderos- por los que, efectivamente, los treinta son los nuevos veinte.

«Estudia mucho durante tus 20 y tendrás un buen trabajo»

keep-calm-30s-are-the-new-20sEso decían. Y lo hemos hecho. Hemos pasado la mitad de nuestra veintena (o más) estudiando una o dos carreras, algún máster, idiomas y todo lo que hemos podido. Como consecuencia, muchos han empezado a trabajar ya cerca de los 30 con sueldos irrisorios. Los mileuristas -si no becarios- más preparados de la historia.

Está claro que, por lo general, nuestros padres no estudiaron tanto como nosotros. Y en su época sí que servían los estudios universitarios. Garantizaban buenos trabajos, por eso nos repitieron hasta la saciedad que debíamos ir a la universidad y estudiar duro. Ellos, a sus 20 probablemente iniciaban su vida laboral para llegar a los 30 con diez o más años de experiencia. Algo que ahora nosotros no alcanzamos hasta los treinta y largos… Así que al menos en eso es verdad: nuestros 30 son los 20 de antes.

«No tengas hijos hasta a partir de los 30»

Reconozcámoslo: nuestros padres hipotecaron su juventud por nosotros. Nos tuvieron muy jóvenes y se pasaron sus 20 criando a hijos pequeños. Pero a nosotros nos dijeron: estudia, vive la vida, viaja, disfruta de tus años mozos. De tener hijos ni hablar hasta los 30 como mínimo.

Obedientes como somos, nuestra generación ha vivido el nuevo baby boom entre los 30 y los 35, si no más tarde. Mujeres incluso cerca de los 40 -ya con una buena carrera laboral probablemente- quedándose embarazadas. Si bien los posibles problemas de salud implicados parecen ser bastante salvables, lo cierto es que se ha agrandado la brecha generacional entre padres e hijos, con 30 o más años de diferencia. Y tener un hijo adolescente a los 50 suena agotador ¿verdad? Mientras tanto, nuestros padres vivieron nuestra emancipación en sus cuarenta y tantos y disfrutan de su dorada independencia aún relativamente jóvenes. Pues sí, en eso también los 30 son los nuevos 20.

Salir de fiesta a los 30

Y llegamos al punto en qué más evidente es que somos veinteañeros de treinta años. Con 30, nuestros padres eran adultos serios, habían tenido hijos, mucha experiencia laboral y eran más que responsables. ¿Nosotros? Nosotros somos post-adolescentes con toda la vida por hacer. Y buscando todavía nuestro sitio. Intentando encontrar aquello que buscamos sin saber muy bien qué es. ¿Dónde? Pues de fiesta en fiesta y copa en copa. Salimos porque todavía somos -o nos creemos- jóvenes y, joder ¡estamos en nuestra década buena! ¿No?

En definitiva, hay muchas pruebas de que los treinta son los nuevos veinte. Otra cosa es que esos nuevos 20 sean, exactamente, como los de antes. Así que nos toca redescubrirnos y crear una nueva forma de vivir los 30 en la sociedad más global, más hiperconectada, más cambiante y con más desafíos que haya existido nunca antes. No, no podemos compararnos a nuestros padres: nuestros 30 son los nuevos 30.

Y punto.

Los 30 son los nuevos 20

Tus 30 son LOS NUEVOS 30. Y punto.